Esta es la
historia: Kepa es una perrita con
suerte porque la encontró mi tío corriendo por la carretera de la Isla de la
Gomera.
Mi tío conducía su
coche y vio a una perra corriendo. Paró el coche para ver si la perra tenía
dueño, pero cuando se dio cuenta la perra se había subido al coche y mi tío se
la llevó a su casa.
Al día siguiente,
mi tío empezó a poner carteles con fotos de la perrita para ver de quién era.
Encontró a una persona que conocía a los dueños, para ese entonces mi tío le
puso el nombre de Kepa a la perrita.
Cuando les llevó
la perra a los dueños ellos le dieron las gracias pero le dijeron que se la
podía quedar.
Ahora mi tío tiene
una compañera que va con él a hacer senderismo. En los paseos con Kepa por el campo, mi tío lleva un antídoto
inyectable porque hay muchas plantas venenosas y a Kepa le gustan justo las más venenosas. Las más comunes son las
setas venenosas. La intoxicación por setas se produce como consecuencia de la
ingestión de setas tóxicas, que es un peligro común para los perros debido a la
cantidad de tiempo que pasan al aire libre o en áreas boscosas, sobre todo en
el verano y el otoño.
Hace cuestión de 2
semanas fuimos de vacaciones a la Isla de Gomera. En esa semana le pasó algo curioso a mi tío y
a Kepa. Uno de los días se fueron a
hacer senderismo. Mi tío vigilaba atentamente a Kepa y de repente Kepa
empezó a tambalearse y a no poder caminar muy bien, orinaba unas gotitas…
parecían síntomas de intoxicación. Mi tío la vio la llevo al coche y le puso el
antídoto pero Kepa seguía igual. La llevó a casa y como la perra
no mejoraba, llamaron al veterinario y le conóo los síntomas que tenia Kepa. El veterinario, que vive en
Tenerife, le dijo que la llevara.
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