Mi Ely

Y llevamos a Ely al veterinario


La primera vez que Ely fue al veterinario, el angelito estaba nerviosa.

Fue entonces cuando conocimos a Juan Carlos Jiménez, su estupendo veterinario, también conocimos a Isabel Resino otra buenísima veterinaria (Ely la quiere un montón porque le da chuches) de la misma clínica Cardiología Veterinaria Manzanares.


Pedimos también hora en la peluquería en la misma Clinica, luego de cortarle el pelo a Ely el vete la estuvo auscultando el corazón y cuando terminó a Ely se le dio por saltar de la camilla (¡nos pegó un susto enorme!). Ely en el Facebook de la Clínica Manzanares

Esta fotografía es de la segunda visita a la Clínica (diciembre 2015)
Después fuimos a otra sala y el veterinario le hizo una ecocardiograma. Juan Carlos ya conocía a Ely porque desde ANAA ya la habían llevado a que la viera el veterinario. 

Después nos dio el resultado de su enfermedad nos dijo que tenía una estenosis pulmonar, que una de las válvulas del corazón funcionaba mal y nos recetó un medicamento que le damos rigurosamente cada 12 horas (Atenolol) y también nos explicó que era mejor no esterilizar a Ely porque no sabíamos cómo iba a reaccionar su corazón en el postoperatorio. Y quedamos en volver a los seis meses para ver la evolución de Ely.

Cuando recogimos a Ely en ANAA nos dieron una comida para perros enfermos del corazón, sin grasa; pero a Ely no le gustaba mucho; luego nos dijo el veterinario que era normal porque que no tenía ningún sabor. Después de todo esto que cuento unos amigos nos pidieron cuidar a su perrita Kira un fin de semana. Cuando llegó Kira traía su comida y cuando se la pusimos en su cuenco Ely decidió comer esa comida. Así que desde ese tiempo a mi nena le compramos esa comida.


¿Cómo fue la llegada de Ely a casa?




Cuando la nena llegó ya teníamos comprados la cama, el comedero y el bebedero. Su primera reacción fue inspeccionar toda la casa. 





La reacción de este ángel fue que cuando vio su cama ella sola se tumbó, pero también ella y yo teníamos muchos miedos. Y sus miedos hicieron que hiciera "sus cosas" en el salón. Yo estuve pendiente toda la noche, tuvimos que dormir con la ventana abierta para que entrara un poco de luz. Estaba nervioso pero a su vez estaba emocionado y contento. A los pocos días salimos a caminar con la nena y fuimos a comer y sin decirle nada ni enseñarle se tumbó bajo la mesa del bar.

Y a partir de adoptarla y llevarla a su nueva casa comenzó una bonita relación que ya más tarde les contaré.





La adopción de Ely




Este angelito de cuatro patas me alegra cada día que pasa y me da mucha fuerza para poder ayudar a los dueños con sus perros y sus problemas, como educador canino que soy.

Cuando llegamos a ANAA, nos atendió una voluntaria: Marisa, simpática y habladora. Nos contó que Ely tenía un problema en el corazón y nos habló sobre la leishmaniosis (enfermedad que se transmite a través de la picadura de los mosquitos; es grave pero tiene tratamiento). También nos dijo que Ely estaba en una casa de acogida (¡gracias Dani!) y que antes de traerla, teníamos que hablar con la veterinaria.


Nos pasaron con la veterinaria. Nos dijo que Ely tenía un soplo en el corazón (estenosis pulmonar grave). Nos contó que Ely no tenía problemas de conducta pero que necesitaba medicación diaria.

Entonces nos dejaron solos en la consulta del veterinario para pensarlo. Decidimos adoptarla porque no queríamos que anduviera de casa en casa, y queríamos darle cariño el tiempo que le quedara. Y cuando pasaron unos minutos nos preguntaron qué queríamos hacer y dijimos que la trajeran; entonces nos dieron su informe médico y nos dijeron el nombre de su cardiólogo (Juan Carlos Jiménez, Cardiología veterinaria Manzanares, más adelante hablaré de él).


Camino de casa...

Mientras estábamos rellenando los papeles para la adopción, llegó Dani con Ely. Cuando la vi me puse muy contento. Ely estaba muy asustada y temblaba mucho. La cogí y subimos al coche, vino todo el viaje encima de mis piernas y estaba tranquila. Parecía una ovejita y tenía mucho pelo pero para mí era bonita. A mí no me gustaban los perros pequeños, pero Ely me ha hecho quererlos  igual que a los otros perros.









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