miércoles, 14 de septiembre de 2011

Ruana





Hoy voy a hablar de los caballos que fueron parte de mi vida. Del caballo que voy hablar es una yegua llamada Ruana. A esa yegua la compró una amiga de mi  mamá y la dejó en la finca de mis abuelos.
Se la dejó a cargo de mi abuela, con lo cual los únicos que montábamos éramos mi hermano y yo. Esa yegua era muy especial. No le gustaba que le pusieran montura, pero cuando la necesitabas estaba allí.
Los caballos tienen una conducta muy parecida a la de los perros son muy respetuosos con sus dueños y muy fieles; también saben cuando alguien tiene miedo y hacen todo lo posible para que la persona que vaya a montarlos no se sientan con miedo.
Ruana también tenía ese don: sabía cuando alguien tenía miedo cada vez que la querían montar.
Una vez me pasó algo montando a mi yegua. Fui a comprar un refresco montado en la Ruana y  me caí. Ruana no se movió ni un pelo de mi lado, esperó a que yo me pusiera de pie y volviera a montarla; por eso digo que los caballos y los perros tienen características similares, en este caso se trata de la lealtad a los dueños y el sentido de protección.

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