"Capitán"
Hoy voy hablar de Capitán, un perro que conquistó mis sentimientos.
A Capitán lo conocí de otra forma diferente. Fue un verano, iba con mi madre en el coche cerca de San Isidro, una localidad de Buenos Aires, cuando un pastor alemán atravesó la autovía. En ese momento mi madre decide parar a un lado de la autovía y me dice que coja una cuerda que teníamos en el coche.
Entonces nos pusimos a correr atrás del pastor. De repente, el pastor se detuvo y se dio la vuelta y en ese momento pensé que nos iba a morder pero fue todo lo contrario.
Fue entonces cuando se acercó a mi madre y le puso la cuerda en el cuello, lo llevo al coche y cuando abrimos la puerta él solo se subió al coche. Esa tarde de verano íbamos a la finca de mis abuelos. El viaje duraba una hora y para mí fue la más larga. Cuando llegamos a la finca mi madre le dice a mis abuelos que trae un pastor y que lo iba a dejar en la finca hasta que apareciera el dueño.
Después, mi madre me manda a buscar la cámara de fotos para sacarle una foto al perro. Al día siguiente hicimos unos carteles con la foto del perro y fuimos a pegarlos por la zona de San Isidro, por donde creíamos que podía ser el pastor. Después de un mes nadie reclamaba al perro. Entonces mi madre vuelve a la finca le dice a mi abuelos que nadie reclama al perro, mi abuela decide quedarse con el perro y como yo estaba allí me preguntan qué nombre le pondría al pastor; yo dije que lo llamaría Capitán.
Al día siguiente me fui a ver cómo estaba Capitán, me fui acercando muy despacio sin tocar y sin hablar. Me senté en el suelo sin decir nada: solo nos mirábamos el uno al otro. Después de una hora estar mirándonos, Capitán, sin yo decirle nada, se acercó a mí y empezó a olfatearme y de repente puso su cabeza en mi pierna y se quedo dormido. Yo no me atrevía a tocarlo pero al a ver esa reacción del perro le pase la mano por la cabeza.
Después de acariciarle la cabeza un buen rato me levanté del suelo y Capitán vino detrás mío, fue entonces cuando fui con mis abuelos a contarle lo que había pasado y mi abuela me dijo “ya te conquistó”; y también me dijo que tenía un amigo que lo único que me pediría seria cariño y que le cubriera sus necesidades básicas.
Se ve que los entiendes bien.
ResponderEliminarAna
DIEGO ME GUSTO MUCHO TU RELATO DEVESSER BUEN EDUCADOR ANTONIO
ResponderEliminarme gusta mucho lo que escribes de tusperros tendrias que dedicarte mucho
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