lunes, 21 de mayo de 2018

Kan


Este precioso peludito de cuatro patas estaba abandonado en una finca, metido en una jaula cuando la familia que lo tiene ahora lo rescató de las condiciones en las que estaba; lo cuidó, y decidió que pasara a ser un miembro más de su familia (¡bien por esta estupenda familia!). Es bueno, obediente, cariñoso; se relacionan muy bien con otros perros aunque todavía tiene algunos miedos y es buenísimo con las personas, desde luego el rencor no cabe en estos peluditos. Este amigo tuvo muchísima suerte, pero... ¿cuántos no la tienen?

No hay comentarios:

Publicar un comentario